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El PaísEl primer consejo para hacer un buen currículo es que sea breve, de  una página, esté actualizado y contenga una foto sonriente. "Aún muchos  candidatos entregan currículos de siete folios, tanto los recién salidos  de la Universidad como los mayores de 45 años que llevaban mucho tiempo  trabajando en la misma empresa antes de ser despedidos. También son  numerosos los que no detallan las funciones que han realizado en  anteriores empleos", sostiene Fátima Cabrera, de 
Adecco. Es importante  resaltar si se han gestionado equipos, desarrollado actividades  comerciales o de atención al cliente, o trabajado en función de  resultados, señala su colega María Gómez. Y, como reconocen Sixto y  Luis, son muy comunes los parados que no hacen seguimiento de sus  candidaturas. O quienes no adaptan su currículo al puesto de trabajo  para el que compiten.

El segundo corte es la entrevista. A la que,  según los empleados de Adecco, es frecuente que los candidatos lleguen  tarde, no cuiden lo suficiente su imagen, no se informen sobre las  empresas que ofrecen el trabajo y, sobre todo, no sepan destacar sus  puntos fuertes para el contrato al que optan. Prepare el encuentro y  evite la desmotivación, "no es la mejor forma de venderte", dicen. Y que  suene su móvil en la entrevista.
El aspirante debe mostrar  seguridad para reforzar su valía. Debe exponer sus dudas, hacer  preguntas y comentarios. Pero el sueldo no debe ser la primera cuestión,  aconseja la empresa de colocación Hays.
Mal final de año le  espera al mercado de trabajo (entre julio y septiembre, casi 145.000  personas engrosaron las listas del paro). Y Enrique Sánchez tampoco  atisba mejoras para 2012. "Mientras en España no se hagan los deberes y  se ponga la generación de empleo como primera prioridad de todos los  agentes sociales, será difícil que la situación mejore". Esos malos  augurios los comparte Luis, un joven de 23 años que no aparece en las  listas del desempleo porque, después de graduarse en Imagen y a la vista  de que no hallaba colocación alguna, ha decidido seguir estudiando  (cursa modelado y animación en 3D): "El futuro se ve muy mal mientras no  se aborden los cambios estructurales que necesita la economía  española".
"Te desesperas. Somos tantos buscando trabajo...", se  queja Leonardo, empleado de hostelería que lleva parado seis meses, sin  cobrar la prestación y viviendo gracias a su pareja. "Lo peor es el  abuso de poder de los empresarios. Que piden mayores horarios y tareas  por el mismo precio. Si antes se ofrecían 1.200 euros por ocho horas en  la hostelería, hoy son 900 euros por doce horas. Y además, es  difícilísimo encontrar trabajo porque todo se mueve por amiguismo",  agrega.
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